Durante 2010, cuarenta empresas se comprometieron a promover y facilitar el uso de la bicicleta entre sus empleados. ¿Por qué? Por sus múltiples beneficios, no solo para quienes la usan, sino para todos: es práctica, económica, permite ahorrar tiempos de viaje, promueve el bienestar físico, reduce el estrés, no genera contaminación –ambiental, sonora o visual– y facilita la fluidez del tránsito.

La mayoría de los desplazamientos en nuestra ciudad tienen un recorrido inferior a los cinco kilómetros, distancia perfectamente asumible para cualquier persona que quiera usar la bicicleta como medio de transporte para ir a trabajar. Además, todos conocemos la imperiosa necesidad de ordenar el tránsito porteño y de darle mayor protagonismo a los vehículos sustentables. Claramente, ¡la bicicleta es una de las mejores alternativas de movilidad urbana! Y las empresas lo han comprendido así. Esto me llena de satisfacción, dado que es un aporte fundamental para la construcción de una Buenos Aires más segura y saludable.

En 2011, queremos sumar a más actores del sector privado al programa “Empresas Amigas de la Movilidad Sustentable”. Porque más bicis en la calle significan, en definitiva, una mejor calidad de vida. Para ello, seguiremos trabajando con mucho entusiasmo: ampliando la red de ciclovías protegidas, colocando más estacionamientos y haciendo cumplir la Ley en garajes con una tarifa acorde, y sumando más estaciones al sistema de transporte público en bicicletas. Estas acciones, a su vez, acompañarán a otras de promoción y educación vial.

Si tenés algún conocido que vaya en bicicleta a la oficina, preguntale cuánto tarda en llegar y por qué elige ese medio. En realidad, ya sabés la respuesta; solo te falta incorporar dos ruedas a tu rutina diaria. Estoy seguro de que vas a coincidir conmigo: moverse en la Ciudad es ¡Mejor en bici!