FUERTE CAMBIO PARA PALERMO Y RECOLETA

Será entre la calle Borges, en Plaza Italia, y Anchorena. Buscan sumar 12 líneas de colectivos a la avenida para que se viaje más rápido. Los automovilistas deberán usar vías alternativas.

Por: Daniel Fernández Quinti

Cuarenta y tres años después, Santa Fe volverá a ser doble mano. Será desde fines de abril: funcionarios del Gobierno porteño trabajan en los cambios necesarios para transformarla en una avenida asimétrica, con dos contracarriles hacia el Norte, desde la calle Anchorena hasta Borges, en Plaza Italia. En 17 cuadras.

Con el plan que terminaron de delinear el viernes quedarán cuatro carriles hacia el Centro. Los dos hacia Plaza Italia no serán exclusivos. Podrán usarlos colectivos, taxis y autos, aunque los coches tendrán restringida la circulación frente al Zoológico. Las medidas provocarán inicialmente un gran impacto para el día a día de los vecinos de Palermo y Recoleta y también de quienes hasta ahora llegaban al Centro por la avenida.

Pero en la práctica los que perderán espacio serán, como en Pueyrredón, los automovilistas. Según cifras de la Ciudad, en Santa Fe pasan 2.600 vehículos por hora pico. Con los cambios podrá tolerar unos 2.000: habrá otras modificaciones para que esos 600 vehículos de diferencia puedan usar calles laterales.


«Estas acciones forman parte del Plan de Movilidad Sustentable. Buscamos reordenar el tránsito para que la gente pueda viajar más rápido, y a la vez tratamos de conseguir una mejor calidad ambiental porque los colectivos contaminan menos en las avenidas que en las calles», explicó el subsecretario de Transporte, Guillermo Dietrich. Ese plan trabaja sobre tres ejes: prioridad del transporte público, movilidad saludable y ordenamiento y seguridad vial.

Y Santa Fe es la apuesta más grande para 2010 en materia de transformaciones en la Ciudad y se trata de tres etapas que irán implementando en el plazo de un mes. Las fechas son tentativas ya que dependen del clima y de ajustes de última hora. Son:

Primera fase: a partir del 30 de este mes darán vuelta tramos de dos calles de Palermo. Una es Darregueyra, entre Santa Fe y Soler, y Uriarte, que será mano hacia Santa Fe, desde Guatemala. Se busca reformular las entradas y salidas desde y hacia Santa Fe por los cambios que habrá en Borges, en la tercera etapa.

Segunda: desde probablemente el 20 de abril Güemes tendrá circulación hacia el Centro, entre Godoy Cruz y Agüero. Allí se podrá doblar, hacer una cuadra y media y tomar Mansilla, que pasará a tener también dirección hacia el Centro entre Agüero y Larrea. Con esto intentan generar un camino alternativo para ir hacia por ejemplo, Pueyrredón y evitar Santa Fe.

Tercera etapa: los contracarriles en Santa Fe, de Anchorena a Borges. Y se le agrega, el cambio de sentido de una cuadra de Borges, entre Santa Fe y Güemes que será mano hacia Córdoba. Es lo que se hará desde el 27 de abril.

Hay nudos complicados de tránsito donde se deberán hacer obras, como los cruces de Plaza Italia, Scalabrini Ortiz y Coronel Díaz. Y por eso se eligió hacer los contracarriles hasta Anchorena y no llegar a Pueyrredón. Por ejemplo, en el encuentro de Santa Fe con Borges habrá una isleta separadora del tránsito porque allí se encontrarán de frente las dos manos. Y algo similar se hará en Scalabrini Ortiz, donde achicarán la bocacalle con Santa Fe y ya no se podrá doblar a la izquierda para evitar choques.

Como se ve, se trata de una compleja ingeniería que implica también afectar costumbres para los vecinos que ya no recordarán aquello que dejó de ser un 23 de enero de 1967. Así, ahora habrá que pensar nuevos caminos y también accesos a edificios y cocheras o para llegar, por ejemplo, al shopping Alto Palermo, con entrada por Santa Fe, que se conservará pero en el sentido hacia el Norte.

Y se busca que haya dos niveles de derivación de los automóviles. Uno a través de Güemes, que ahora es contramano, y otro más hacia el Bajo, por Sarmiento y luego Libertador, o si no, por Las Heras y Pacheco de Melo. Las cuadras que estarán restringidas para autos van desde República Arabe Siria hasta Plaza Italia.

Las medidas favorecen al colectivo y en la avenida pasa uno cada 15 segundos en promedio. En Transporte dicen que 12 líneas irán por los contracarriles. Según explicó el director de Tránsito, Guillermo Krantzer, el Gobierno porteño espera una mejora de entre un 20% y un 80% en los tiempos de viaje en el tramo. ¿Por qué tanto? Varias líneas que vienen por Scalabrini Ortiz dejarán de dar un rodeo por Santa Fe, Aráoz y luego Las Heras para llegar a Plaza Italia, y doblarán directamente por los contracarriles. Harán cuatro cuadras y media, contra 13.

Además, insisten con la idea de que los colectivos deben usar las avenidas y no las calles de los barrios. La Ciudad maneja encuestas que le dan un acuerdo del 65% para que se liberen las calles laterales. Con todo, puede haber vecinos de la avenida que se sientan afectados por el mayor movimiento de colectivos, muy ruidosos. Un antecedente fueron las protestas vecinales cuando se implementó el contracarril en Pueyrredón.

«Seguimos avanzando en nuestro plan para mejorar el tránsito, lo vamos a implementar en Santa Fe porque tanto en Pueyrredón como en Triunvirato está funcionando bien, y luego seguiremos con otras avenidas durante el año», dijo el Jefe de Gabinete, Horacio Rodríguez Larreta. Las últimas cuestiones a definir tienen que ver con el estacionamiento en la zona de los contracarriles. En general habría una prohibición absoluta para estacionar las 24 horas, aunque el tema no está todavía cerrado.

Y trabajan en 40 cruces, en el hormigonado, en las nuevas paradas de colectivos, señalización, y ponen semáforos y rejas en esquinas. Cinco millones de pesos costará la doble mano de Santa Fe.