Esta semana recorrí junto a sus ingenieros y trabajadores una de las obras más espectaculares que están en curso en el país: el soterramiento del Sarmiento. Para explicarlo de forma sencilla, para eliminar 51 barreras, garantizar la seguridad vial, mejorar la frecuencias del tren y vincular mejor a los barrios, el tren Sarmiento será colocado bajo tierra y funcionará subterráneamente (entre Castelar y Moreno dentro de 3 años y entre Once y Moreno dentro de 5 años). Esta obra fue anunciada hace más de diez años (en febrero del 2006) y adjudicada en 2008. Y sin embargo, estuvo paralizada durante todo este tiempo por falta de decisión política, por asignar otras prioridades y porque el país no tenía acceso al crédito internacional. [lightbox link=»http://www.guillodietrich.com/wp-content/uploads/2017/02/170223_GD_recorrida-soterramiento-alta-2.jpg» thumb=»http://www.guillodietrich.com/wp-content/uploads/2017/02/170223_GD_recorrida-soterramiento-alta-2-472×295.jpg» width=»472″ align=»right» title=»170223_GD_recorrida soterramiento alta-2″ frame=»true» icon=»image»]
El inicio de los trabajos fue anunciado 7 veces en los últimos 10 años. La tuneladora (encargada de cavar el túnel por donde circularán las formaciones) fue instalada en el 2012. Desde ese momento quedó inactiva en ese lugar, juntando tierra y telarañas. Nosotros no actuamos así, somos diferentes. Nosotros hablamos a través de nuestras acciones. Por eso pusimos a funcionar la tuneladora en octubre del 2016.
Y esta obra significará una mejora muy clara: la persona que antes tardaba 50 minutos de Once a Castelar, con esta obra va a tardar 35 minutos. 15 minutos menos para la ida, otros 15 para la vuelta. En total media hora más para disfrutar con su familia, con sus amigos, con su pareja.
Actualmente entre formación y formación hay 10 minutos de espera. Todos queremos mayores frecuencias, pero habiendo pasos a nivel a lo largo de la traza (en este caso hay 51), si aumentaras las frecuencias y no hicieras ninguna otra obra, los vehículos se quedarían a vivir en las barreras bajas. Porque todo el transporte está conectado.
El soterramiento es la oportunidad de mejorar la frecuencia. Entre formación y formación el usuario en vez de esperar 10 minutos va a esperar 3 minutos. Y por supuesto, con mayor frecuencia, cada formación va a tener menos pasajeros y se va a viajar más cómodo. Hoy trabajan en la obra 328 empleados (en el pico llegarán a ser 2.200), quienes ya colocaron 63 anillos subterráneos, y ya se han fabricado otros 248.[lightbox link=»http://www.guillodietrich.com/wp-content/uploads/2017/02/170223_GD_recorrida-soterramiento-baja2.jpg» thumb=»http://www.guillodietrich.com/wp-content/uploads/2017/02/170223_GD_recorrida-soterramiento-baja2-472×295.jpg» width=»472″ align=»left» title=»170223_GD_recorrida soterramiento baja2″ frame=»true» icon=»image»]
Nuestra prioridad es el transporte público: estas obras millonarias nos permitirán cumplir con nuestro compromiso de tener un tren de calidad. Porque creemos que la política es dar soluciones que mejoren la calidad de vida de la gente.