El viernes visitamos Neuquén para un anuncio histórico en el marco de la recuperación que estamos haciendo del tren de cargas. Nuestro objetivo es acercar la producción argentina a los centros urbanos y a los puertos de exportación con menos costos y mayor capacidad de carga. Ya empezamos recuperando la línea Belgrano, renovando sus vías y sus locomotoras y vagones. Ahora anunciamos el proyecto del tren Norpatagónico que incluye 700 kilómetros de vías (muchos tramos serán renovados y otros construidos a nuevo), y que se extiende desde el puerto de Bahía Blanca hasta Añelo en Neuquén. Con el proyecto finalizado, tendremos mucha más capacidad para llevar insumos al yacimiento de Vaca Muerta y potenciar su producción; tendrán un fuerte impulso las economías regionales de la provincia de Río Negro, con menores costos logísticos, y se potenciará el puerto de Bahía Blanca y toda la provincia de Buenos Aires.
En todo lo que hacemos pensamos en la creación de trabajo de calidad, el principal motor para el desarrollo del país. Y este proyecto implica una enorme generación de empleo directo e indirecto, miles de obreros trabajando en la construcción, la mayoría de ellos personas que viven en la cercanía del tren, canteras reactivándose para producir el balastro que necesita la obra, fábricas haciendo durmientes y más. Pero también la construcción de vías revoluciona las ciudades a la vera de la traza, porque genera actividad y trabajo para las estaciones de servicio, los talleres, los restaurantes que preparan comida para los trabajadores y todos los comercios. En total serán 10 mil empleos entre directos e indirectos.

El yacimiento de Vaca Muerta es una enorme oportunidad para Argentina, para consolidarnos en el futuro como exportadores de energía. Y es también la oportunidad de avanzar en este proyecto, porque el tren no significa sólo la posibilidad de transportar más carga y con menos costos: es también desarrollo para el país; fue el tren de cargas el que posibilitó una Argentina grande.

La carga transportada por tren en la Argentina tuvo su pico en 1938 y alcanzó el nivel más bajo en el 2015. Pero la recuperación ya está en marcha. Nos comprometimos al asumir a iniciar la renovación de la línea Belgrano, por tanto tiempo prometida, y ya renovamos 500 kilómetros de vías, hay otros 400 kilómetros en ejecución y otros 220 kilómetros ya adjudicados a punto de iniciar. Hace mucho tiempo que no se hacían cosas por nuestro tren de cargas.

Por eso el viernes fue un día histórico: porque se anunció una transformación estructural y profunda, que va más allá del día a día, y que nos dejará infraestructura duradera que tendrá un impacto en el desarrollo de la Argentina del presente y del futuro.