Esta semana inauguramos una obra muy importante para los mendocinos y para todo el país. Me refiero al nuevo aeropuerto de Mendoza, sumamente significativo, no sólo por la envergadura de la obra y la coordinación que alcanzamos con los aeropuertos complementarios, sino porque expone claramente el valor que le asignamos a la palabra.
Cuando asumimos la pista estaba en un estado de profundo deterioro; las aerolíneas no aceptaban continuar con esa situación mucho más tiempo. Nos dimos cuenta la urgencia y actuamos rápida y decididamente. Hubo que cerrar el aeropuerto, pero logramos moderar el impacto en el sector con un gran trabajo con el gobernador Cornejo y su equipo. Coordinamos los trabajos con todos los actores aerocomerciales, las aerolíneas, con los aeropuertos de San Luis, San Juan y San Rafael; en total 3 gobiernos provinciales involucrados. Creemos en el trabajo en equipo, porque trabajamos de cara a la gente, para la gente.
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Construimos una nueva pista, con nueva tecnología, ampliamos la terminal y seguimos mejorando el estacionamiento. Y lo más importante: terminamos todo exactamente el mismo día que dijimos que terminaría, sin haber gastado un peso de más, con una calidad enorme.
Invertimos en el aeropuerto de Mendoza cerca de 1.200 millones de pesos, una cifra mayor a lo que se invirtió en todos los aeropuertos juntos el año pasado. Un aeropuerto nuevo en un destino clave que permitirá potenciar una economía regional y sumar más turismo, mejorando la experiencia de viaje de 1,6 millones de personas que lo usan cada año.
Pero Mendoza no será la única. En este momento, están en obra 10 aeropuertos y serán intervenidos un total de 19 en los próximos 3 años, para volverlos más modernos, aumentar su capacidad, mejorar la distribución de espacio, dotarlos de mayor tecnología.
El resultado: hoy Mendoza tiene uno de los aeropuertos más modernos de la Argentina. Con esta obra damos un paso más hacia nuestra meta de duplicar la cantidad de argentinos que viajan en avión. Esto es un claro ejemplo de que sí, se puede.
