Estamos trabajando para mejorar el transporte público en todas las ciudades de la Argentina, porque es el transporte masivo, el que usa la mayoría de las personas. Ya hay 12 corredores de Metrobus en diferentes puntos del país, incluyendo los primeros de las provincias, en Rosario y Santa Fe. Y se iniciaron obras en Neuquén. Hemos terminado la pavimentación de 81 kilómetros de avenidas y 220 kilómetros de calles de tierra y en mal estado por donde pasa transporte público en 17 municipios del conurbano bonaerense. Estamos haciendo una inversión de 14.000 millones de dólares en trenes, que incluye viaductos, electrificación, renovación de vías, nuevas estaciones, soterramiento de la línea Sarmiento, pasos bajo nivel y muchas mejoras más.
Pero mientras trabajamos en las prioridades y crecemos en el presente, también miramos hacia el futuro, lo emergente, las tendencias mundiales. Tal como nos comprometimos ante foros y organismos internacionales, estamos trabajando en la sustentabilidad, en la reducción de las emisiones de gases efecto invernadero, y de gases tóxicos que se concentran en las zonas más densas de las ciudades.
Queremos estar en la vanguardia de la región en la incorporación de vehículos eléctricos, tanto para uso privado como para la flota de transporte público. Y en ese camino, esta semana ocurrió un hito muy importante: junto al Secretario de Transporte de la Ciudad de Buenos Aires, Juanjo Méndez,presentamos la prueba piloto de ocho colectivos eléctricos correspondientes a cuatro líneas que circularán por la Ciudad. Los colectivos serán para las líneas 12, 34, 39, 59, dos unidades para cada línea de colectivo. La prueba será en Buenos Aires, donde 6 de cada 10 viajes son en colectivo y el transporte representa un tercio de las emisiones de CO2. Pero se extenderá en el futuro a todo el país.
¿Y por qué lo hacemos? Porque los colectivos eléctricos no sólo mejoran la experiencia de los usuarios y la calidad de vida de los choferes (menos ruido, una marcha más suave) sino también contribuyen a un aire más limpio en los barrios por donde circulan estas unidades. Poder disfrutar de una ciudad más silenciosa, limpia y amigable es algo que todos queremos.
Por supuesto, para llegar a este punto, hemos recorrido un camino completo. Primero se creó un equipo de trabajo que reúne, además de Transporte, a los ministerios de Producción y Medio Ambiente. Desde allí se trabajó la disminución de aranceles a la importación de vehículos livianos eléctricos e hibridos y la posterior inclusión de vehículos eléctricos a la Ley de Tránsito. Esta última era una demanda de largo tiempo de la industria, para poder fabricar este tipo de vehículos en el país. También se incorporaron las bicicletas eléctricas de pedaleo asistido a las normas IRAM, un impulso para los emprendedores que buscan producirlas en Argentina, con trabajo nacional.
El movimiento hacia lo la movilidad eléctrica está presente en todo el globo. Francia e Inglaterra, según se pudo leer en los diarios, ya establecieron como metas no tener más vehículos de combustión para el año 2040. Nosotros queremos sumarnos a la transición tecnológica y ser referentes para toda la región. Estamos preparándonos para recibir al futuro y todas las novedades que trae para la movilidad en nuestras ciudades.