El lunes pasado se adjudicaron obras viales en seis corredores por el modelo de participación pública- privada, y me gustaría contarles lo importante que esto es para el país. Por empezar, significa que hay inversores nacionales e internacionales que han confiado en la Argentina y van a invertir más de 8.000 millones de dólares para construir en esta primera etapa 3.300 kilómetros de autopistas y rutas seguras.
¿Y por qué lo hacemos? Argentina es uno de los países con más territorio del mundo, pero hoy en día la infraestructura vial que conecta a los argentinos está en mal estado y tiene serios problemas de seguridad. Nosotros estamos construyendo en nuestra gestión lo que no se hizo en los últimos 60 años. Ya hay en ejecución 1.216 kilómetros de autopistas (que separan los sentidos de circulación para evitar choques frontales) y se han pavimentado y rehabilitado cerca de 5.000 kilómetros de rutas. Pero porque hay mucho por hacer y nos pusimos un objetivo realmente ambicioso necesitamos involucrar a la inversión privada en la obra pública, y eso se consigue a través del modelo PPP (participación pública-privada).
Este modelo permite construir mucho más, en menos tiempo y sin costo para el Estado, dado que son las empresas adjudicatarias las que asumen el costo de construcción y mantenimiento de las obras. Además el modelo genera incentivos para que se empleen diseños y recursos que aportan mayor calidad y durabilidad a las construcciones.
Esto nos permitirá avanzar enormemente en nuestro plan para hacer la infraestructura necesaria que genere competitividad y menores costos para nuestros productores, previsibilidad para nuestros transportistas, y sobre todo y antes que nada: seguridad para todos los que transitan, tranquilidad para las familias que viven en ciudades y pueblos al costado de las rutas y que las usan diariamente.
Toda acción que emprendemos tiene por objetivo último la generación de empleo de calidad para los argentinos, la herramienta número uno para el desarrollo. Con todas las obras incluidas en estos proyectos se generarán cerca de 100 mil empleos entre directos e indirectos, en campos tan diferentes como la producción de asfalto, de cemento, de acero y la explotación de canteras y otros insumos para la construcción.
Es importante destacar el esfuerzo que hizo el equipo del Ministerio sentándose a negociar con inversores de todo el planeta, viajando a distintos países, convenciendo a empresas de China, España, Francia, Estados Unidos y otros, llevando la idea de que en Argentina quienes emprenden tienen una gran oportunidad.
Y este enorme trabajo quedó de manifiesto en la participación amplia y variada durante las licitaciones: 32 ofertas, 7 empresas nacionales y 19 internacionales. Una gran participación con pocos antecedentes en nuestro país y que muestra lo que se consigue cuando se hacen las cosas bien, con transparencia y honestidad. Ese es el camino para seguir construyendo la infraestructura que requiere el país.
Hoy este camino lo seguirá Patricia Gutiérrez, quien esta semana se puso al frente de Vialidad Nacional; un reconocimiento a su excelente desempeño previo a cargo de la Regional de Cuyo de Vialidad, una gran trayectoria por la que la convocamos a asumir esta nueva responsabilidad. Es una novedad que nos motiva aún más para encarar los desafíos que tenemos por delante con energía y con pasión.