Este miércoles estuve en San Miguel y tuve la oportunidad de recorrer en una obra que significa hacer realidad un sueño que los habitantes tuvieron por años. La RN 8 por donde circulan 17 líneas de colectivo que la gente usa para ir a sus trabajos y escuelas, se encuentra en pésimo estado. Por supuesto la ruta no se deterioró de un día para el otro, sino que fue el resultado de la desidia y el abandono de sucesivos gobiernos. Los vecinos dicen que los pozos son cráteres, que dañan a los colectivos que muchas veces deben detener el servicio por la mitad. No podíamos seguir así.
Las obras ya empezaron en la RN 8 entre Senador Morón y Av Ricardo Balbin
Cuando estuvimos en Derqui, donde vamos a pavimentar calles de tierra, una vecina nos contaba que cuando llovía, las calles se anegaban de tal manera que los colectivos cambiaban el recorrido porque sencillamente no podían avanzar. Para no faltar a la escuela, muchos chicos preferían ponerse bolsas de plástico en los pies para no arruinar sus zapatillas y caminar la cantidad de cuadras que fuesen necesarias. El Conurbano tiene 500 kilómetros de calles de tierra donde circula el colectivo. E insisto: no aparecieron de un día para el otro, fueron el resultado de años de desidia e ineficiencia.
Pero ya empezamos. La obra de pavimentación y mejoras en recorridos del transporte público ya está en ejecución. Y se hará de forma conjunta en 15 municipios, trabajando con intendentes de diferente signo político, porque el país necesita de trabajo en equipo, incluyendo a todos. Vamos a pavimentar 150 kilómetros de calles de tierra y 50 kilómetros en avenidas principales que hoy están en mal estado. Esto es cerca de UN TERCIO de todas las calles de tierra donde pasan colectivos en la Región Metropolitana. Es un objetivo ambicioso, tan ambicioso como la totalidad del plan de infraestructura que tenemos para el país.
