Sabemos que cada una de las obras que hacemos y de las decisiones que tomamos tienen un impacto directo en la economía del país, en su productividad y, fundamentalmente, en la creación de empleo legítimo y de calidad. Esto es especialmente notorio en el caso del turismo. 1 de cada 10 trabajadores registrados en el país trabaja en alguna actividad relacionada al turismo (hotelería, gastronomía, el transporte propiamente dicho etc). Generando mayor conectividad, abriéndoles las puertas a los turistas, cada vez llegarán más y más personas a conocer los atractivos que tiene para ofrecer la Argentina.
Turistas se bajan de crucero en el Puerto Buenos Aires
Por eso me reuní con empresarios del sector en el Seatrade, el evento más importante de la industria, para reimpulsar la llegada de cruceros al país. En el pasado, como consecuencia de un Estado que en vez de facilitar las cosas ponía obstáculos burocráticos a los cruceros, varias empresas dejaron de incluir a la Argentina en sus itinerarios. Hoy estamos consiguiendo que alrededor de 10 empresas regresen a la Argentina o la incluyan por primera vez en sus rutas. En la temporada 2017/18 recibimos cerca de medio millón de pasajeros entre los puertos de Buenos Aires, Madryn y Ushuaia. Estamos trabajando con las empresas para que en cuatro años las personas que conozcan Argentina a través de los cruceros lleguen a 1 millón. ¿Y por qué? Porque el turista de cruceros se baja, se toma un taxi, va a un hotel, come en un restaurante, compra artesanías y disfruta de nuestra oferta cultural, y con todo esto, contribuye a que haya más trabajo en todos estos rubros.
Pero además, el turista que llega con un crucero quiere seguir descubriendo la Argentina y nosotros estamos multiplicando como nunca antes las conexiones aéreas. Durante nuestro gobierno se lanzaron 133 nuevas rutas aéreas, de las cuales 84 conectan las provincias entre sí o con el exterior sin hacer trasbordo por Buenos Aires. Ya empezaron a volar nuevas líneas aéreas: Avianca, FlyBondi, Azul, Norwegian, Ethiopian y la lista continúa. Si hay más conexiones aéreas, los cruceros tienen mejores condiciones para venir a nuestro país.
Y el sector de cruceros ya está creciendo: en la temporada 2017/2018 Puerto Buenos Aires está recibiendo 22% más cruceros que en la temporada anterior; Ushuaia 13% más embaraciones que en la temporada anterior. ¿Y por qué? Porque les simplificamos procesos, porque les facilitamos la operación, reduciendo tasas y tarifas que antes no estaban alineadas con los valores de mercado, generando estímulos para recibir a embarcaciones de mayor cantidad de pasajeros, permitiéndoles a las empresas hacer trámites con mayor anticipación, para nombrar acciones que generan previsibilidad y reducen costos.
Estamos haciendo también obras de infraestructura como la ampliación del muelle de Ushuaia que permitirá separar los sectores de carga y cruceros y permitir recibir embarcaciones más grandes con más tiempo de estadía; estamos haciendo mejoras en el Puerto Buenos Aires y trabajando en un proyecto a largo plazo para tener una terminal de cruceros propia, bien separada de la operación de buques contenedores.
Pero las mejoras para el sector cruceros tienen que incluir a todo el entorno del puerto, porque, como ocurre en muchas ciudades del mundo, el puerto tiene que darle la cara a la ciudad, estar integrado a la misma y ser un atractivo turístico por sí mismo, un lugar que den ganas de recorrer. En ese objetivo tendrá suma importancia la obra del Paseo del Bajo, que contribuye a una zona portuaria para disfrutar, para caminar y moverse con seguridad, accesible a todos.
Como nos transmite siempre Mauricio Macri, uno de los objetivos centrales de nuestra gestión es crear empleo de calidad. Y el impulso que el transporte está dando al turismo es fundamental para conseguirlo.
