Como conté varias veces en este blog, en estos años de gestión hemos hecho un enorme esfuerzo y trabajo para recuperar el tren de cargas, que en el pasado hizo grande a nuestro país. Recibimos un tren de cargas con infraestructuras de vías abandonadas y deterioradas, donde eran frecuentes los descarrilos y donde, por estas condiciones, los vagones circulaban a una velocidad promedio de 14 kilómetros por hora. En el 45% de las vías los trenes circulaban con alerta de precaución. Desde el año 2007 la carga transportada por el tren mostró una caída estrepitosa que nosotros fuimos
capaces de detener y revertir. Se está rehabilitando la totalidad de las vías de la línea Belgrano que comunica a las provincias del norte con los puertos de exportación de Rosario y Santa Fe y ya se han finalizado cerca de 485 kilómetros y hay una cantidad similar en obra.

¿Qué significa esta mejora del tren? Que el productor tiene una alternativa que antes no tenía para transportar con menos costo su producción a los centros de consumo y a los puertos de exportación, que lo puede hacer de forma más previsible, con menos demora y que esto se traduce en ahorros y en mayor competitividad. Un país más competitivo genera más empleo para todos los argentinos.

Como parte de este nuevo rol que le hemos asignado al tren de cargas, durante la semana anunciamos el lanzamiento de un nuevo sistema de operación abierta de los trenes con el propósito de reducir los costos logísticos, es decir, el costo que tiene un producto de granos, frutas o bebidas, para trasladar sus productos a los centros urbanos o a los puertos de exportación. Es un sistema que cambiará profundamente la estructura productiva del país, desde un pensamiento estratégico para beneficiar a las economías regionales. El sistema de operación abierta implica que se sumarán nuevos operadores tanto a las actividades específicamente de operación y de planificación como a la infraestrcutura (encargándose de las obras, el mantenimiento de las vías, los talleres etc).

Se busca de esta manera atraer una diversidad de inversiones, con mecanismos transparentes de participación, que nos permitirán ampliar enormemente la red de cargas de la Argentina. Se espera que este sistema y la llegada de nuevas inversiones nos permita renovar 9.850 kilómetros de vías y aumentar 5 veces la carga transportada. ¿Y para qué lo hacemos? Porque el tren de cargas significa trabajo; sólo este sistema aportará 70 mil empleos directos, sumado a todo el trabajo indirecto, el de los campos, el de las fábricas, el de los productores de repuestos e insumos, el de los puertos. En todo lo que hacemos pensamos en generar más trabajo de calidad para los argentinos, porque ese es el camino del desarrollo.