El viernes estuvimos junto a Mauricio Macri en Mechita, un taller histórico de mantenimiento de locomotoras y vagones para la línea San Martín, ubicado en la localidad de Bragado. El taller que tuvo en el pasado un rol fundamental en el desarrollo de nuestros trenes quedó completamente inactivo desde el año 2011. Nosotros lo reactivamos, lo reimpulsamos, para sumarlo a la producción de una Argentina que vuelve a entregarle a los trenes el papel que merecen, y para dar trabajo a más argentinos. Fue un orgullo estar en ese sitio que hasta hace muy poco era un lugar abandonado y un emblema de la desidia, y que hoy es un símbolo de la Argentina del trabajo y del desarrollo, de un país que crece y que mira con fuerza hacia delante.

Y esto ocurrió porque las empresas de adentro y de afuera confían en nosotros, apuestan a nuestras obras y nuestros proyectos. Así fue como firmamos un convenio con la firma rusa TMH, líder global en reparación y fabricación de locomotoras, que invertirá 3 millones de dólares para reactivar el taller ferroviario. Y no sólo eso, sino que como parte del acuerdo deberá presentar un proyecto para desarrollar a mediano plazo un polo de actividad ferroviaria con una inversión de 180 millones de dólares.
Transformamos lo que era un cementerio de trenes en un taller que todos los días arregla locomotoras y vagones. ¿Y por qué lo hacemos? Es parte de un plan más amplio para mejorar la forma en que la gente viaja en tren, que cada vez más personas lo hagan, porque el tren será más rápido, más cómodo y tendrá más servicios por día. En este marco es que se están construyendo tres viaductos por los que los trenes San Martín, Mitre y Belgrano Sur circularán en elevación, ya se terminó la electrificación del Roca hasta La Plata y se continuará electrificando las que faltan, se renovaron 69 estaciones de todas las líneas y hay otras 45 en ejecución, se están instalando los frenos automáticos, se finalizaron nueve pasos bajo nivel en el Área Metropolitana de Buenos Aires y están en obra otros nueve para seguir eliminando barreras que son peligrosas. Y en el tren Sarmiento el soterramiento ya avanzó 4,2 kilómetros, para que con esta obra terminada el pasajero viaje más rápido y tenga un servicio cada cuatro minutos en hora pico.
Estando en Mechita pensaba: es emocionante ver cómo los proyectos se convierten en realidades concretas que les mejoran la vida a los argentinos. Que el esfuerzo que estamos haciendo empieza a dar sus frutos y hace la diferencia en el día a día. Ese es el camino por el que estamos avanzando.