Como muchos habrán leído en el diario, esta semana tuve el honor de participar de una mesa redonda con ministros de transporte de todo el mundo sobre Big Data y movilidad, en el marco del Foro Internacional del Transporte reunido en Leipzig, Alemania. Seguramente muchos se preguntan qué es Big Data; es algo muy nuevo y los funcionarios estamos empezando a conocer de a poco cómo nos ayudará en nuestras responsabilidades. Por Big Data entendemos sistemas para compartir, visualizar y analizar grandes conjuntos de datos, provenientes de fuentes diversas. Es un modelo de gestión de vanguardia que estará en la base de las ciudades inteligentes del futuro.
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Smart cities, ciudades inteligentes, es otro concepto que se mencionó con frecuencia en el encuentro. Consiste, en pocas palabras, en la integración de tecnologías de la información en el entorno urbano para hacer más eficiente todas las operaciones que allí se desarrollan. Por ejemplo, la app de celular implementada en la CABA que a partir de incorporar información sobre transporte, infraestructura y tiempos, le dice al usuario cuál es la mejor opción para moverse de un punto a otro. Esto es el comienzo de lo que la tecnología tiene para ofrecer a la movilidad. En la mesa redonda de Big Data se habló de un futuro posible del mundo, por ahora alejado, en que la circulación vial sería ajustada completamente por el conocimiento en tiempo real del volumen de tránsito en cada corredor y en que los recorridos del transporte público serían reconfeccionados a cada hora de acuerdo a la demanda efectiva, buscando optimizar los desplazamientos con el consiguiente ahorro energético y de espacio. Más cercano al presente, la cartelería inteligente, el sistema centralizado de semáforos y el wi fi público y abierto forman parte de esta tendencia conocida como smart city.
Por supuesto, la tendencia genera algunas preguntas, como si la búsqueda de funcionalidad y eficiencia no trae aparejado desatender otros aspectos de la vida social. Sea como sea, la mesa redonda de Big Data fue muy positiva y me sirvió para conocer qué se está haciendo en otras partes del mundo y compartir experiencias con funcionarios con responsabilidades semejantes a las mías.