Este jueves fui a la localidad de Timbúes en la provincia de Santa Fe, no muy lejos de Rosario, en una de las zonas más productivas del país. A la vera del río Paraná hay una gran cantidad de puertos, como los de San Lorenzo, San Martín y todo el complejo conocido como Rosafé. No son sólo puertos, son también industrias, porque allí se procesan los granos para hacer aceites y otros productos. Y los granos y sus derivados salen en barcos hacia China (gran comprador de soja), Estados Unidos y otros lugares del mundo.

A estos puertos llegan los camiones para descargar y para hacerlo atraviesan Timbúes. La gran cantidad de camiones fue destruyendo la infraestructura vial de la ciudad. Antes del 2015 se iban poniendo parchecitos, medidas provisorias. Una práctica tan común en nuestro país. Pero con parches no se resuelven los problemas. Por eso decidimos hacer de nuevo la parte de la ruta 11 que atraviesa Timbúes. Construimos una estructura sólida para resistir el paso de los camiones sin deteriorarse. Hoy parece un sueño para todos los que vivieron tantos años de desidia y de desinversión.

Y no sólo hicimos la ruta. Al lado se está trabajando sobre las vías del tren de cargas para que con nuevas vías pueda transportar mayor cantidad de productos argentinos y en menos tiempo. Ya se firmó el contrato del nuevo ramal Olvieros-Timbúes y del puente sobre Río Carcaraña y en el próximo mes se inician las obras. Porque derivar carga al tren también permitirá cuidar más el estado de la ruta 11 que atraviesa Timbúes y llevar más seguridad a todos los que la usan. El tren de cargas estuvo en declive durante largo tiempo y nosotros lo estamos recuperando.

Ese es el compromiso del presidente Macri, hacer obras que duren para siempre. Porque la infraestructura es el camino para el desarrollo y el trabajo de calidad.