Esta fue una semana que voy a recordar por siempre. Inauguramos el primer tramo de la autopista 8, casi 10 kilómetros entre Parada Robles y la ruta provincial 39. Había gente muy emocionada en el lugar, vecinos autoconvocados, habitantes de San Antonio de Areco, Duggan, Capitán Sarmiento y otras localidades que saben bien lo doloroso que es perder a un familiar o amigo en un siniestro vial.
Quiero reconocer especialmente a todos los grupos de autoconvocados porque ellos tienen bien en claro la importancia de estas obras para la seguridad vial y nos guiaron el camino. Por eso quiero citar a Inés, una autoconvocada de la localidad de Duggan, que me dijo unas palabras inspiradoras: “Todos los que usan la ruta 8 saben las muertes que se cobra. La autopista salva vidas. Esto es 10 kilómetros más de seguridad”.
Esta obra es un emblema para nosotros. Se había licitado en 2006 y era una obra que se podría haber hecho entre 3 y 4 años pero cuando asumimos sólo se había completado el 12%. Dos años después, ya tenemos terminado el primer tramo. Julio de Capitán Sarmiento, otro autoconvocado, nos contaba que habían luchado 12 años para que la autopista sea una realidad, que les mintieron de todas las maneras hasta el 11 de diciembre del 2015, cuando el propio Mauricio Macri les aseguro que la autopista se haría, y hoy en día se está haciendo a buen ritmo.
Y obras como esta están avanzando a lo largo y ancho del país. El otro día comunicamos una gran noticia: en comparación con el 2015, en el 2017 se hizo 50% más de obra vial con un 20% menos de costo para el Estado. El desarrollo de nuestra infraestructura será el desarrollo de todos los argentinos.
Esa es la esperanza que queremos devolverle a las familias que viven entre Buenos Aires y Pergamino. Son las obras que se merecen, las obras que nos cambian la vida.