Las colisiones de tránsito dejan familias destrozadas, lesiones gravísimas y personas con discapacidades de por vida. Es la primera causa de muerte entre los jóvenes… y por un hecho evitable. En materia de tránsito durante años se ha mantenido intocable un sistema vial con grandes niveles de riesgo que recién ahora empezamos a transformar a través de nuestro Plan Federal de Movilidad Segura.
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Hace poco un periodista me preguntaba si la Ruta 34, con su doble mano cargada de camiones, era la ruta de la muerte. Es cierto que así se la llama. ¿Pero acaso el calificativo no se aplicaría también a la RN 7? ¿y a la RN 8? ¿Y a la RN 3? ¿Y por qué no a la RN 5? Todas las familias que viven a la vera de estas rutas tienen un conocido, un amigo o un familiar que falleció en un siniestro vial. Muchas veces se habla de la imprudencia al volante. Pero lo cierto es que las actuales rutas doble mano fuerzan a los conductores a tomar decisiones que aumentan el riesgo, como interferir el sentido contrario para hacer un sobrepaso. El diseño actual de rutas no perdona el error humano, la situación imprevista, el cansancio, la distracción de medio segundo. En el Congreso Internacional de Transporte del que participé en Alemania se habló mucho del diseño indulgente de las rutas, es decir, un diseño que atenúa la falla al volante y morigera el daño. Eso estamos haciendo al iniciar parte de los 2.800 km de autopistas previstos (con los sentidos contrarios separados por un cantero, impidiendo el choque frontal), que reemplazarán a las peligrosas rutas de doble mano. Construiremos también 4.000 km de rutas seguras con un tercer carril cada cierto lapso para evitar sobrepasos inadecuados. Por supuesto, esto va de la mano de la educación y la conciencia sobre el uso de los elementos de seguridad: el cinturón, la sillita para niños, el casco en la moto, el no consumo de alcohol.
Ahora quiero hablar de otro tema igualmente grave. En la mayoría de las ciudades, es frecuente que los conductores no frenen para permitir el paso de los peatones en intersecciones sin semáforo o cuando giran en una esquina, pese a que los peatones tienen prioridad según la normativa. Las intersecciones son lugares críticos para los peatones y la gran parte de las colisiones que los tienen de víctimas se producen cuando éstos cruzan por la esquina de manera correcta. Por eso subrayo esta idea: en el tránsito es importante que los vehículos más fuertes cedan el paso a los actores más vulnerables, es decir, los peatones y los ciclistas.
Buscamos dar el ejemplo desde el Estado para que las buenas prácticas sean asumidas por el conjunto de la sociedad. Para construir una movilidad segura, todos y cada uno de nosotros debemos hacer nuestra parte.
Si querés conocer en detalle el Plan de Movilidad Segura, ingresá en www.movilidadsegura.transporte.gob.ar