El miércoles pasado estuve en Chile en el evento Wings of change de IATA (una organización de referencia para líneas aéreas del mundo) explicando de qué se trata la Revolución de los Aviones en Argentina. Es también la oportunidad para explicarlo acá. Vivimos en el octavo país con mayor tamaño del mundo al que le faltan conexiones aéreas. Mientras que entre el año 2000 y el 2015 otros países de la región como México, Brasil o Chile multiplicaron por 3 o por 4 la cantidad de pasajeros aéreos, Argentina prácticamente no creció.
Para poder cumplir con nuestra meta de duplicar la cantidad de personas que vuelan en avión en el país ideamos un plan que tiene tres ejes: hacer crecer a Aerolíneas Argentinas, lograr que vuelen más líneas aéreas y modernizar nuestros aeropuertos y tecnología.

Reunión con la gente de ALTA.

Reunión con la gente de ALTA.


En estos últimos dos años Aerolíneas Argentinas ya sumo 47 nuevas rutas aéreas, de las cuales 40 conectan a la provincias entre sí o con el exterior, es decir que son federales. Además para mejorar la conectividad se sumaron 22 nuevos aviones, tres de ellos son Boeing MAX, los más avanzados de América Latina.
En cuanto al ingreso de nuevas líneas aéreas, empezó a volar Avianca luego de 12 años sin que ningún nuevo actor ingresase al sector. Luego empezó a volar FlyBondi, un hito en la Argentina porque es la primera línea aérea low cost del país. Norwegian empezó a volar a Londres y comenzará en poco tiempo con vuelos internos, Sky Airlines empezó a volar desde tres provincias a Santiago de Chile, Ethiopian Airlines empezó a volar en marzo, Copa empezó a volar desde Mendoza y Rosario y sumó frecuencias a Córdoba, KLM aumentó sus frecuencias y la lista continúa.
Una nueva línea aérea con precios económicos significa que empieza a volar gente que nunca antes lo hizo, significa cumplir sueños a familias enteras que pueden tener la oportunidad de volar todos juntos.
El otro día nos contaba el intendente de Tres de febrero, Diego Valenzuela, que en el primer vuelo de FlyBondi, un padre y su hija adolescente de un barrio muy humilde cercano al aeropuerto de El Palomar viajaban juntos por primera vez a Córdoba para ver a una banda en el festival Cosquín Rock. Eso pudo pasar porque ahora hay pasajes económicos y porque padre e hija pudieron llegar a la estación en colectivo, porque El Palomar es un aeropuerto bien conectado con el transporte público. Eso es la Revolución de los Aviones: que volar sea para todos.
Finalmente, para acompañar este crecimiento estamos haciendo la mayor inversión en modernización de aeropuertos y tecnología aérea en toda la historia reciente.
¿Por qué hacemos todos esto? En primer lugar porque el crecimiento aéreo es empleo de calidad, porque 1 de cada 10 trabajos registrados está asociado al turismo y porque el empleo desborda y va más allá de la industria de la aviación.
Por ejemplo, este verano el principal balneario de la Argentina, Mar del Plata, en vez de recibir cuatro vuelos diarios como en 2015, recibió 14 vuelos diarios de diferentes provincias y de diferentes empresas nuevas. El aeropuerto explotó de gente. Esto hizo que Roberto, que es remisero, salga a contratar más autos e incluso estaba pensando en poner un servicio de combis para abaratar el viaje de los turistas.
Argentina es un país de avanzada en la región en cuanto a la formación de pilotos y tripulantes. Para muchos de ellos volar es mucho más que un trabajo, es un sueño. Pilotos y tripulantes que se esforzaron y estudiaron mucho, pero que tuvieron que ir a probar suerte a otros países porque durante años la industria estuvo paralizada en la Argentina. Como Matías, un piloto que trabajó en Hungría, Italia y en África. Y cuando tuvo la oportunidad de volver a trabajar como piloto en la Argentina no lo dudó: él volvió a su casa, con su familia, con sus amigos de la infancia. Y esto es posible porque ahora hay más trabajo para pilotos en Argentina. Lo que ocurre en este sector, ocurre en muchos otros a lo largo y ancho del país.